Permanecemos vulnerables y débiles mientras no podemos ver. En el momento en que por fin abrimos los ojos, nos volvemos fuertes y poderosos... entonces podemos amar. Mata ihi… abrir los ojos…
Así como los antiguos griegos creían que no veíamos el mundo hasta que los objetos cruzaban el ojo por medio de un puente tejido entre la luz interna que fluía del alma y la luz externa que fluía del sol, así los moai tallados por el pueblo rapa nui, nacían ciegos y adquirían el poder en el momento en que recibían sus ojos de obsidiana y vértebras de tiburón.
Amamos aquello que conocemos y aprendemos haciendo, la luz revela el mundo a nuestros ojos.
Materia prima de los fotógrafos, la luz escribe, describe, nombra y dibuja... cada ojo se abre al mundo de una manera singular, iluminándolo desde su propio pozo de emociones y experiencias.
Mata Ihi es mi primer trabajo fotográfico y también mi primera exposición individual. Exhibido por primera vez en La Paz, Baja California Sur en México el 2014, fue un comienzo en muchos sentidos. Un proyecto iniciado el 2012 en Rapa Nui, Te pito o te henua, “el ombligo del mundo” que dio origen a un viaje infinito llamado Gran Mar.